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En el artículo anterior hemos hablado acerca de los diversos motivos que pueden causar sangrado nasal (epistaxis).

Hoy daremos unos consejos básicos de tratamiento de las epistaxis. Antes de seguir tiene que quedar claro que estos consejos serán válidos únicamente para las epistaxis leves, pues ante una hemorragia nasal severa lo que hay que hacer es trasladar al paciente al centro hospitalario más cercano para recibir monitorización y tratamiento especializado.

En primer lugar, y como consejo general y más importante, hay que tratar siempre de mantener la calma. La gran mayoría de las epistaxis leves ceden de forma espontánea al cabo de pocos segundos o minutos, siempre y cuando el paciente esté relajado y así su tensión arterial no se dispare. Este consejo también va dirigido a las personas que en ese momento se encuentren con el paciente, pues no es infrecuente ver al paciente tranquilo y sin embargo a sus familiares nerviosos, montando un «circo» alrededor de él, que para nada contribuye a mantener su tensión arterial dentro de límites normales. Hay que tener en cuenta que la visión de la sangre ya de por sí asusta, pues precisamente por eso hay que esforzarse en que el entorno del paciente sea lo más tranquilo posible. Conviene saber que pequeñas cantidades de sangre pueden manchar toallas, sábanas, ropa… sin que ello signifique que nos encontremos ante una hemorragia masiva que, dicho sea de paso,afortunadamente son muy poco frecuentes.

Una vez estemos todos relajados el siguiente paso es sentar al paciente. Es decir, el paciente debe estar sentado y con el tronco en vertical, nunca acostado, tumbado de lado, boca abajo… Hay que dejar que la sangre salga de la nariz por delante, para lo que pondremos un plato sopero, palangana, bolsa… en el que pueda caer la sangre y así no manche el suelo.Lo que hay que tratar de evitar es que la sangre vaya hacia detrás, lo que provocaría que el paciente la trague, favoreciendo así una posible gastroenteritis.

En cuanto tengamos al paciente sentado y, repito una vez más, relajado (él y su entorno) haremos que él mismo se aplique frío (en las farmacias venden unos apósitos especiales diseñados para esto, aunque sirve perfectamente una simple bolsa de plástico con hielo en su interior) en la raíz nasal, es decir, en la parte superior del dorso nasal, justo donde éste se une al entrecejo,aplicando presión en dicha zona. Si hay alguien acompañando al paciente, esta persona también le puede aplicar frío en la nuca.

La mayoría de las epistaxis remiten de forma espontánea al cabo de un rato con estas medidas que acabo de comentar y, repito una vez más, relajado y tranquilo. Sin embargo, si a pesar de esto al cabo de 10-15 minutos no ha remitido el sangrado,entonces sí es el momento de poner al paciente unos algodones en la nariz,sin introducirlos demasiado profundamente, y trasladar al paciente a un centro hospitalario.

En cuanto tengamos al paciente sentado y, repito una vez más, relajado (él y su entorno) haremos que él mismo se aplique frío

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  • Veritas dice:

    acabo de tener un sangrado de nariz y no paraba, pero al no poder contener más la sangre que se me iba a la garganta la expulsé y automáticamente se me calmó el sangrado, es bueno saber todo lo que hacemos mal en estos casos, muchas gracias!

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